El caso es que a Alberto me lo encontré hace ya varias semanas una noche que volvía a mi casa de haber echado horas extras en la empresa... yo había salido del autobús de línea número 20 (una de las líneas de transporte a la universidad) hacia la parada del 11, que está justo al lado en el centro. En esto, que un chico me dice que me he dejado las gafas en el autobús, que la funda se me había caído en el asiento al salir cuasi-despavorido... así que... tras sentir un inmenso sudor frío recorriendome todo el cuerpo y la sensación de haber hecho el idiota por volver a olvidarme de alguno de mis objetos personales... fui corriendo hacia el autobús antes de que volviera a partir, regresando al asiento que había ocupado en la parte de atrás del vehículo y, para mi regocijo y comfort personal, encontrar mis preciadas gafas de sol (qué haría yo sin ellas... ya casi me sentiría desnudo si no estuvieran a mi lado, pero bueno... esa es 'otra historia' :P).
Y hé aquí que, al salir por la puerta, me encuentro a Alberto. Cosas del destino, debo decir... el caso es que nos alegramos de vernos y quedamos en llamarnos para hacer algo un día de estos que nuestros horarios nos lo permitieran. Hace ya dos semanas que, estando en una barbacoa con Javi, me vino a la cabeza la imagen de Alberto... no sabría decir el porqué, es una de esas cosas que pasan, a veces te pasan por la cabeza cosas que, a lo mejor, en circunstancias normales sería impensable concebir, pero la verdad es que fué un pensamiento más que oportuno. Javi y yo quedamos en llamar a Alberto a ver si podía quedar el siguiente fin de semana y hacer algo como en los viejos tiempos de Autesel (el centro donde sacamos el Máster).
Tras una serie de llamadas a Javi y Alberto para 'sincronizar' nuestros movimientos (me recuerda a aquella serie americana de 'Parker Lewis', gamberro estudiantil ahí donde los haya donde para hacer las trastadas de instituto todos se ponían de acuerdo y se pronunciaba aquella magistral frase de 'sincronicemos nuestros relojes', para mostrar a continuacion decenas de muñecas luciendo uno de esos relojes Swatch en variados colores a cada cual mas variopinto y hortera si cabe decir jajajaja), conseguí que todos nos pusieramos deacuerdo para quedar el sábado, ya que ninguno de los tres trabajaba en sábado, excepto Alberto, que combina su trabajo en Anovo con las noches de fin de semana en un bar de copas (llegar a fin de més en estos días teniendo piso y coche es todo un arte, eso no se puede negar).
Así que la fecha estaba ya decidida... y así sucedió. Yo amanecí algo tarde, despertado por una llamada de Alberto para confirmar la hora, así que tocaba de nuevo hacer lote de llamadas, ya que Javi suele 'salir del sobre' sobre las 14:00 todos los días, haga sol o lluvia, nieve o granice (que me vas a quitar el título de Gran Oso Hibernador, leches!!!! jajaja) ;)
Quedamos en el kiosko que hay bajando la calle de mi casa, junto al semáforo, a eso de las 14:30, un poco mas tarde en la medida de lo posible, así que bajo... me dirijo hacia el semáforo y allí estaba Alberto, esperando. Quedé muy sorprendido porque recordaba a Alberto conduciendo un Seat Ibiza negro de esos nuevos, metalizado... pero no... apareció nada mas y nada menos que con un flamante... BMW 320D de color rojo, todo un señor cochazo, demasiado grande para mi gusto, pero desde luego... esta visto que sobre gustos... no hay nada puesto por escrito... o sí que lo hay? ;)
Decidimos, por unanimidad, ir a comer a los montes, aunque yo pensaba más bien en un arroz caldoso en la Venta del Túnel, pero no... la verdad es que tiramos por otro camino, el que pasa por el Señorío de Lepanto, y tras un poco más de camino, decidimos coger (dada la hora que era...) la primera venta que viéramos en el camino, y así fue.
El caso (curioso en mí dada mi natural memoria para recordar las cosas) es que no recuerdo el nombre de la venta... tenía el mismo nombre que el paraje natural protegido para la conservación de varias especies de buitres (de eso hablare un poco más abajo), así que aparcamos y entramos en la venta.
El ambiente era el típico de venta en un sabado con los calores... es decir... ni un alma salvo los propietarios y trabajadores del local más una pareja que estaba terminando de comer, así que nos sentamos tranquilamente y pedimos algo para ir abriendo boca... nada mejor que un buen lomo en manteca con unas cañitas para ir entrando en cosas mayores :)
La verdad es que ya estabamos un poco cargados por haber fumado en el coche de camino a la venta, más el par de cervezas que me tomé en casa mientras esperaba el momento de salir, así que yo ya medio estaba en los mundos de yupi (por decir algo) y la verdad es que el alimento vino que ni pintado para recuperar un poco el temple perdido entre calada y calada de tan aliñado 'cigarro'...
Acto seguido, trajeron nuestro pe-da-zo de plato de los montes, con su taco de lomo, sus patatitas fritas, su huevo frito, pimientitos fritos y, como no podía faltar en un buen plato de los montes, su choricito frito y bién frito. Exquisito manjar que acompañamos con una ensalada y todo el vino dulce que pudimos pedir, aunque con un matiz... no tenían ninguna botella refrigerada, así que cuando nos enteramos, nos dio uno de esos ataques de risa tonta, pero sabiendo perfectamente lo que nos esperaba con semejante clase de manjar a temperatura ambiente jajajaja
Y para terminar, nada mejor que un buen postre... en mi caso, unas natillas con su galletita, eso sí que estaba bién frío mmmm así sí que da gusto comer, la verdad es que estabamos muy relajados y a gusto, y eso, quiera que no, lo hacía ya muy especial, porque de eso se trata, de pasarlo bien. El ciego impresionante que llevabamos ya en lo alto era lo de menos, nos habíamos reunido que era lo que deseabamos y allí estabamos, los 'tres mosqueteros' cargados de vino dulce y buena comida de los montes, riendonos de todo y hablando de muchas cosas... de como nos va el trabajo, de nuestras expectativas, vivires y sinvivires y demás cosas que se suelen contar los amigos entre unas buenas copas y algo de comer ;)
Tras terminar, pagamos y para 'mantener el tipito' pues... nos pedimos 3 cervezas para llevar en el coche (sí, ya se que dado lo que llevo contado, parecíamos más bien tres prófugos de una reunión de alcohólicos anónimos pero... y lo bien que nos lo estabamos pasando? jajaja)
De repente, surgió la idea de ir a ver a los buitres... La verdad es que la idea en ese momento, ni me parecio buena ni mala... la verdad es que hay partes de Málaga que aún desconozco y la verdad es que es la primera vez que oía hablar acerca de un espacio protegido para éste tipo de aves carroñeras (y nunca mejor dicho), así que tomamos un desvío que nos conducía por un camino de tierra más llena de chinos que cierta playa que albergo en mis memorias con muchísimo cariño a pesar de no haberla pisado más que en mis más dulces sueños...
Llegamos al susodicho paraje, apartamos el coche a un lado del camino, y bajamos... La vista a esas alturas la verdad es que es preciosa... a pesar del calor que hacía, merece la pena perderse un fin de semana por esos parajes... todo es tan diferente al gris asfaltado de la ciudad que no puedes evitar verte 'invadid@' por una sensación de paz... de calma... algo que es muy valioso para aquel que gusta de sentirse en paz consigo mismo :)
Y allí estábamos, con nuestra cervecita en mano, sorbo a sorbo, disfrutando del paisaje, cuando vimos aparecer de la nada un todoterreno blanco con el logotipo de la Junta... como podréis suponer... ibamos a tener ligeros 'problemillas' pues era nada más y nada menos que el guarda forestal encargado de la conservación de aquella zona, y menos mal que no nos dió por bajar a las jaulas donde estaban los buitres, que si no... os estoy escribiendo esto desde Sing-Sing, pero bueno... a lo que vamos...
Llega, aparca justo delante de nosotros cual vehículo cortando el paso para toda una redada policial, se baja del coche, con su preciosisimo conjunto blanco de lacoste, inmaculado y limpio como una patena (me pregunto yo donde se dejaría semejante gañan la lima de uñas y el espejito jajaja pero bueno...), y nos saca una placa identificativo como si fuera un agente del FBI o algo por el estilo...
Muy hablador no era, la verdad... pero sí que sabía ejercer la autoridad... lo primero que dijo fué 'Buenas tardes, esa música la van quitando ya', con lo que mi amigo Alberto fué hasta el coche para quitar la música. Acto seguido, y sin mover ni un solo pelo de sus pronunciadas cejas ni quitarse las hiper-chulas gafas de sol, dijo 'Los resíduos al coche, venga' con lo que Javi y yo nos fuimos hasta el coche para meter las cervezas. Tras darnos un discurso mas perorata que discurso nos dice que por esta vez no nos va a multar pero que este camino es privado, que no se puede entrar, que los buitres ni tocarlos porque estan protegidos y en peligro de extincion, que bla bla bla, y bla bla bla y para terminar que cojamos y demos media vuelta en el acto...
Muy simpático, si... la verdad es que yo creo que el exceso de alcohol nos impedía reírnos en su cara, pero si lo hubieramos hecho... no se yo lo que hubiera pasado... lo mismo nos demuestra que es el hijo secreto de Chuck Norris y nos da a cada uno una patada giratoria y nos caduca hasta el carnet de padre jajajaja pero bueno... la verdad es que nos fuimos de allí con el rollo un poco cortado, pero no, no por ello se iban a acabar ahí nuestras particulares 'aventuras campestres'... ni muchísimo menos ;)
Así que, ni cortos ni perezosos, cogimos el coche y nos fuímos hacia arriba, pasando por varios caminos, hasta llegar a la entrada de una propiedad marcada como privada... nos miramos todos con cara de traviesos y cómplices... ésta era la nuestra jajaja así que, aparcamos en un llano, nos bajamos del coche y rebasamos la maltrecha cerca que lo protegía, hasta llegar a un curioso cartel que jamás hubiera pensado que encontrariamos, pero sorpresas las hay a miles... esta... es solo una de las muchas que seguramente encontraremos todos en el camino, héla aquí:
'Cercado Eléctrico'... Impensable en los tiempos que corren que aún se puedan proteger los vallados de acceso y delimitación a propiedades privadas de éste modo, pero... ahí estaba el susodicho cartelito, para atención y curiosidad de nuestros emborrachados y abiertos ojos, mezcla de estupor y extrañeza... la verdad es que si lo piensas bien, da hasta miedo, sobre todo yo, con lo 'cagueta' que he sido siempre para los calambrazos, pues ya me he llevado cientos de ellos cuando era niño y la verdad es que el cuerpo ya no esta para muchos trotes de ese tipo pero bueno... sólo era un cartel, curioso... pero cartel ;)
(Sí, el que sostiene el cartel y la birra ya más caliente que 'el shosho una burra' era yo jajaja)
Tras grandes e ingentes dosis de valor, decidimos saltar el vallado 'eléctrico' y adentrarnos un poco en la maleza, encontrando un lugar donde sentarnos un rato y observar la naturaleza. Ya estabamos bien entrados en la tarde, serían como... las 18:00 o por ahí, y a esa hora la vista es muy bonita, como podéis apreciar en la fotografía, todo un paisaje natural apenas sin cables ni tendido eléctrico apreciable en la distancia (había una casa más abajo, por eso quise enfocar hacia el otro lado, para poder reflejarlo mejor sin obstrucción alguna de cualquier elemento que no fuera puramente el paisaje natural sin nada más).
Una vez allí sentados, comprobamos que el sitio era poco más que un hormiguero (afortundamente, era Alberto quien estaba sentado casi encima, si hubiera sido yo... aún estaría rascándome como un poseso jajaja las cosas como son... suerte que tiene uno) :)
Entre risas y comentarios, grabamos un curioso acontecimiento: La lucha de las hormigas por conseguir comida... y que iban a comer? plato de los montes fijo que no jajaja pero casi... estaban luchando varias hormigas por sujetar y llevarse al hormiguero a un escarabajo negro, es bastante curioso observar esta clase de fenómenos, y teniendo en cuenta como estabamos en cuanto a niveles de alcohol... pues la verdad es que nos quedó un video genial, aqui podéis ver en el más absoluto estilo a lo 'Félix Rodríguez de la Fuente' la narración de tan grande acontecimiento en la vida del reino animal ;)
Tras deleitarnos en tan bello paraje apartado del mundano ruido y congestión urbanística, decidimos que iba siendo hora de bajar, pero antes... había que echarse todo un señor 'copazo' en condiciónes, así que tras volver al coche y dar por terminado nuestro documental sobre la fauna salvaje de los montes, echamos a andar hasta encontrar una venta. Aparcamos el coche, entramos en el local y nos acercamos a la barra. La verdad es que a mi no me apetecía mucho tomarme un cubata de los de toda la vida, creo que hubiera sido de más, así que me pedí un baileys (sí, me gusta el baileys, debo reconocer que es una de mis bebidas favoritas, dentro de lo alcohólico, dulce, con ese toque punzante del whisky en crema y bien acompañado de su copa y abundante hielo para inundar los sentidos jijiji). Javi pidio un Cutty Sark con seven-up y Alberto un Ron Legendario con Kas de naranja.
Y con nuestro particular pertrecho, bajamos las escalinatas de piedra que hay fuera del recinto para llegar hasta la terraza balconada que domina la vista de la ciudad, ahí ya sí se ven los edificios, pero sigue siendo una vista preciosa, dominando todo el litoral y ofreciendo una vista del mar que hay que reconocer que es muy agradable a la vista, pero bueno... la verdad es que nos quedamos sentados al lado de unos arbolillos, muy monos ellos... y entre risas, sorbos y alguna gracia que otra, pues... nos liamos otro porrete, para que no decaiga el ambiente, más que nada ;)
Y de esa guisa, mas contentos que unas castañuelas o un niño con zapatos nuevos, pagamos y nos fuimos en direccion a mi barrio, iba siendo hora de retirarse, ó al menos eso pensabamos los tres, ya estabamos algo cansados despues de tanto comer, beber, fumar y hacer senderismo en plan de aficionado jajaja así que nada mejor que una buena retirada en el momento oportuno (eso sí, con un ciego en lo alto que aunque ya no andabamos atontadillos, aún teníamos el bacilón encima, todo hay que decirlo). El camino hasta llegar a casa fué más o menos rápido, no hubo muchas palabras entre nosotros, el cansancio se notaba un poco, pero algo me decía que aún quedaba más por vivir ese día :)
Y así fué, ya que al llegar... Javi dijo que tenía que recoger a su novia, y Alberto propuso que nos reuniéramos en el Hotel Cohiba, un hotel situado en la línea de playa, con su zona de bar al otro lado con un ambiente realmente bueno, con el fresquito de la mediatarde-noche soplando para calmar los calores, el olor a fogatas recien apagadas y aun ese olor a sal, a mar... que llena de paz y calma, nada mejor para culminar un día genial ;)
Así que Alberto y yo nos dirigimos hacia el Cohiba, a esas horas lleno de gente con su copita, sus frutos secos acompañando la bebida y unas cómodas sillas de mimbre con sus cojines suaves... aunque la verdad... es que yo me reia por dentro porque... se mire como se mire, para mí... era un 'Sillón con Orejas' jajaja :)
Pedimos un par de mojitos mientras venían Javi y su novia, es la primera vez que probaba uno, siempre había oído hablar del Mojito, pero nunca supe que era exactamente, y es bastante simple... Ron, Zumo de Limón, Azúcar, Hierbabuena, y mucho hielo picado, servido en vaso de trago semilargo (una bonita forma de decir que esta servido en un vaso de los que todos tenemos en la cocina, el mismo del agua y la coca-cola jajaja pero bueno... quedaba bonito decirlo así :P), es dulzón y la verdad es que apenas se nota el ron, eso me gusta... la verdad es que siempre he detestado las bebidas en las que predomina el alcohol... claro que... sobre gustos no hay nada escrito, pero así me gustan a mí las bebidas, y eso que como pequeño apunte... me gustan más las bebidas de carácter ácido... las bebidas dulzonas tipo whisky con coca-cola me ponen malo... pero debo decir que, a partir de ahora, el Mojito ha pasado a ser una de mis bebidas favoritas :)
La verdad es que el resto del tiempo me pasó volando, tanto que casi no recuerdo lo que hice, conversabamos, reíamos, hablábamos en un tono mas general, pero la verdad es que... creo que un momento así no se debe manchar con frases demasiado largas, y eso que toda esta narración ya es larga de por sí jajaja pero bueno... creo que sabéis lo que quiero decir...
Hay momentos en los que las palabras sobran... en los que una mirada o un recuerdo bastan para poder regocijarse en el momento, y la verdad es que... siendo completamente sincero... fué un dia absolutamente genial para mí... hacía ya mucho tiempo que no sentía esa sensación de estar completamente llevado por la paz... y la calma... la he sentido muchas veces, pero... aunque esa sensacion no fué completa porque me faltaba ella... casi pude rozar ese pequeño trozo de cielo que a veces abrazamos en nuestros sueños, aunque sea breve... pero intenso...
Solo espero... y deseo... que la próxima vez que os relate similares 'aventuras' pueda hacerlo de su mano... y poder mirarla a los ojos... para saber que no fué un sueño... que fué real... muy real... tan real como ella...
Eso es todo amig@s!!!