Thursday, April 5, 2007

las buenas costumbres de época ;)

Dicen que a nadie le amarga un dulce... y es una verdad como un templo, claro que lo es para según que contexto, y este es el mejor en el que podría aplicar semejante clase de 'dicho popular', ya que estamos en esas fechas en las que tod@s vemos desfilar a cientos, miles y (en suma) millones de personas reunidas ante, probablemente, el evento con mayor número si cabe de creyentes y profesantes en una de las más antiguas tradiciones de las que podemos hacer gala (y no, no me refiero a sacarnos perdigones, esa es otra, pero menos interesante jajaja): La Semana Santa.

Y como a nadie le amarga un dulce, que mejor forma de disfrutar de tan 'sabroso' dicho que con unas buenas torrijas? Dulce típico de festividad ahí donde los haya, dulce como sí mismo y jugoso hasta el último bocado, lento placer inconfundible de matices suaves e intensos, para éxtasis de los paladares golosos y no tan golosos, un auténtico dulce con tradición y solera, así que... ahí va la recetilla del día ;)


TORRIJAS

Ingredientes:

  • una barra de pan (si es del día anterior, mejor que mejor)
  • un litro de leche
  • una rama de canela
  • una corteza de limón
  • azúcar al gusto (unas 6 cucharadas soperas, más o menos)
  • dos huevos para rebozar
  • aceite de oliva para freír

Preparación:

Se pone a cocer la leche con la rama de canela y la corteza de limón durante 5 ó 10 minutos, se añade el azúcar y se disuelve bien. Debeis tener en cuenta que el pan admite bastante dulce, así que no importa si se echa una cucharada más de azúcar, aunque eso ya al gusto de cada un@.

A continuación, cortamos el pan en rodajas de unos 3 ó 4 centímetros (a ojímetro, más o menos da igual, porque al estar empapadas en la leche y posteriormente fritas perderan parte de su grosor, expandiendose ligeramente hacia los lados) y se ponen en una fuente ligeramente honda.

Se cubren con la leche para que empapen bien. Es importante cubrirlas bien porque si no luego pueden quedar secas, y no es lo que tratamos de conseguir, sino justamente lo contrario ;)

Se rebozan con huevo y se ponen a freír en aceite bien caliente, dentro de una sartén honda. Hay que tener especial cuidado al darles la vuelta porque podrían romperse y no quedarían tan vistosas luego. Normalmente se puede usar una espumadera plana y una cuchara, suele dar buen resultado.

Cuando veáis que ya estan doraditas, las sacais y las ponéis en una fuente (yo prefiero ponerlas antes sobre un papel de cocina absorbente para eliminar el exceso de aceite), espolvoreandolas con azucar y canela, o bien con almíbar y miel aclarada.

Bon Apetit ;)

Eso es todo amig@s!!!

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