Sí... esta es mi cama, aunque no parecería la cama de un hombre de 29 años, eh? jajaja seguro que no... mas bien seria propia de mi hermano con 3 o 4 años menos, pero no... no os engañeis... es mía, y sabeis que? que me encanta... y porque no os he enseñado el cubre-edredón de la sirenita que si no.... jajajaja
Y es que, como bien suele decirse... tod@s llevamos un niño (o niña) dentro, y que gran verdad resulta ser... porque a veces, en mitad de tu vida, del trabajo, de las cenas con los amigos, las copas en los bares, en esos momentos de pequeño silencio donde parece que ha pasado un angel, de repente te ves a tí mism@ cuando eras niñ@ y a veces esos pequeños detalles consiguen arrancarnos una pequeña sonrisa... efímera, fugaz... pero sonrisa...
Aquellos tiempos en los que solo teníamos que ir al colegio, no asearnos, vestirnos y desayunar en 10 minutos para llegar a tiempo al trabajo, o aquellas tardes que un@ pasaba delante del scalextric, que costaba un buen rato montar y que había que mantener la puerta cerrada si querias montar todo el circuito entero y la de veces que había que recoger el coche porque apretabamos el mando demasiado fuerte y siempre se salía de la pista :)
Sí... que tiempos aquellos... apiñados como masas para entregar la carta a los reyes magos, esos dias en las cabalgatas con los paraguas del reves para recoger la mayor cantidad posible de caramelos... o esas mañanas disfrutando de los dibus, pero los dibus de verdad como Heidi, Marco, La Abeja Maya, La vuelta al mundo de Willy Fog, David el Gnomo y otros tantos dibus entretenidos pero sobre todo, tranquilos... nada como las mariconadas (porque no tiene otro nombre) como Pokemon, Naruto, Shin Chan y esas cacas venidas de las tierras niponas que lo único que consiguen es hacer que, deplorablemente, las futuras generaciones sean cada vez más violentas y menos productivas...
Claro que no voy a dar sermones ni lecciones, pues yo en su día fui un fiel seguidor de Bola de Dragón, Campeones, Los Caballeros del Zodíaco y alguna otra serie que no recuerdo en este instante...
Ahh... dulce inocencia... cálida burbuja impenetrable donde todo sucede a un ritmo tranquilo... natural... familiar... sin preocupaciones... sin complicaciones... en cierto modo, en algun momento... todos querríamos estar en esa burbuja donde nada te afecta, nadie te daña, nadie te cuestiona y nadie te mira por encima del hombro... no se compite... se comparte... ese lugar donde las palabras tienen su significado pleno y no hay 'entre líneas' ni nada que se le parezca...
Cierto es que no podemos volver a esa burbuja, tan cierto como que el sol sale por las mañanas... lo veamos o no... pero siempre puedo tener un pedacito de ella o recordarla... gracias a mi estupendo cubre-edredon del perrito futbolero ;)
Eso es todo amig@s!!!
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